¿Cómo saber si tu equipo es de los buenos?
El siguiente escrito
ofrece una serie de puntos críticos o neurálgicos que te permitirán realizar un
análisis situacional de tu equipo; si no eres fanático del fútbol, puedes
aplicarla al equipo de alguien cercano y seguramente te dará material para
joderle la vida.
Los Torneos
Suma los
partidos que como local y ante rivales poco sonoros le han televisado en el
último año, este indicador debe estar por encima de 5 para entrar en la media.
¿Cuántos
partidos internacionales jugó en los últimos tres años?, si la cuenta es
inferior a 4 es por dos razones: no ha asistido a torneos internacionales o
jugó uno y lo sacaron en primera ronda, eso no está bien. ¿Ha jugado torneos
diferentes al rentado nacional, en los últimos años?, Aquí la respuesta, de ser
afirmativa tiene tres posibilidades: 1.
Si, jugó un torneo internacional (Copa Libertadores, Suramericana, Intercontinental), buen indicador. 2.
Si, jugaba en la “B” pero ascendió el año pasado, es preocupante. Y 3. Si, jugó un cuadrangular con equipos
de la policía, sábados felices, deportivo tapita y el equipo de un municipio
vecino durante las fiestas de tu ciudad o algún evento similar, realmente
preocupante.
Los Jugadores Extranjeros
Cuenta cuantos
jugadores extranjeros (jóvenes, no ancianos quemados) tiene en la nómina, ten
en cuenta que los centroamericanos no son muy buen referente, los sudamericanos
valorizan en la medida en que su país de origen se ubique más hacia el
suroeste, o sea, entre más amplia sea la diagonal trazada con respecto de Venezuela, mayor es el
valor agregado para tu equipo, el caso Brasil es aparte, si el jugador es
brasilero deberán tomarse en cuenta datos adicionales como la edad (si no ha
cumplido los 20 y ya ha marcado más de 5 goles con tu equipo, eso cuenta), si
el jugador brasilero pasa de 23
años y manifiesta en las entrevistas que ama a Colombia y que ha pensado
nacionalizarse, en tu equipo hay un paquete que no tiene futuro y jamás vestirá
la camiseta pentacampeona.
Los Juveniles
Haz una lista de
los juveniles que han transferido en los últimos años, si son más de 5 es un
indicador de crisis económica, ningún equipo bueno deja ir los jugadores de “la
cantera” sin antes explotarlos, perdón, foguearlos en los torneos.
El Escudo
Saca la cuenta
de los campeonatos que se ganó antes del flagelo del narcotráfico, si supera 3
es mucho, si son menos, no es un buen indicador, si aún no tiene estrellas en
el escudo, es una pena. Ademas, de escudos ni hablar, cuando se creó el fútbol en Colombia, parece que hubiera llegado un paisa a venderles los escudos a los equipos, sacó del carriel una plantillita de cartón y les dijo: "no se preocupe papito, ¿de que color lo quiere?"; el 80% de los escudos tienen la misma forma y el 20% restante se lo reparten entre una variación de la plantilla base y unos que por "original" proponen unas cosas indescifrables. Ahí pierden todos.
¡Mira la Camiseta!
Todas las
respuestas te dirán si estas o no con un equipo chico, pero para saber el nivel
de subnormalidad de tu equipo, ¡mira la
camiseta!, ese es el mejor indicador, fíjate en tres detalles básicos y lo
sabrás; primero: el color, los equipos grandes juegan con colores primarios o
secundarios bonitos (rojo, azul, blanco, verde), los equipos chicos prefieren
usar coloraciones como naranja, vinotinto, dorado, verde viche, amarillo
encendido, ah, y lo peor es que hacen combinaciones de ellos, en realidad ese
sinnúmero de tristes y desacertadas
selecciones las impone su posición y se relacionan con la necesidad de figurar
en el torneo aunque sea para la foto; segundo: la firma que confecciona el
uniforme, no demeritemos la industria nacional que le aporta tanto en diseño y
manufactura de calidad al mundo de las confecciones, pero en fútbol, el
uniforme es ADIDAS, NIKE, UMBRO, PUMA y otros de factura internacional que se
me escapan en el momento, y no tienen por ningún lado palabras como
confecciones, fábrica o ropa, sólo el nombre del fabricante y de pronto la
línea del diseño, imagínese un equipo con un uniforme que diga “confecciones UMBRO” o “creaciones ADIDAS”; tercero: este punto
habla por sí mismo, cuantos patrocinadores tiene la camiseta oficial de su
equipo es directamente proporcional a las deudas y problemas de pasivos
pensionales o nóminas atrasadas que pueda tener, o peor aún los impuestos que
deba a la DIAN, si el pecho está compartido por dos o más empresas, estas grave
de equipo, pero si la camiseta vista desde lejos parece un catálogo de
supermercado, estas llevado.
¿En qué se Mueven?
¿Tu equipo tiene
Bus, buseta o "busetón" propio? O ¿llega a los partidos en un bus blanco que
dice: “especiales”, en el parabrisas?, ahí otra más de las tristes realidades
de los equipos, equipo grande tiene "medios de transporte", por lo menos un bus,
el Chelsea y el Real Madrid tienen bus y cuando necesitan, marcan el bus
alquilado con un “rotulado adhesivo”, no con la misma pancarta estampada
multiusos que sirve para cuanto evento realice el club, si no tienen bus, buen
bus, no hay que hacer…
¿Donde Entrenan?
¿Tienen sede
deportiva?, detalle de fina coquetería, un sitio adecuado para entrenar, lejos
de las distracciones, especializado en fútbol, con instalaciones propias; el
equipo chichipato entrena en el estadio municipal, después de que salen los viejitos
hipertensos que madrugan (porque si que madrugan) a caminar dándole vueltas a
la pista atlética.
No quiero ser malo, no quiero explotar globitos, no pretendo
ser cruel, pero si, en Colombia no existe un club deportivo, un equipo
profesional que sea equipo de verdad, hemos crecido, avanzado, mejorado en
muchos aspectos, pero aún no nos hemos educado en la cultura del fútbol, es más,
el que crea que hay cultura futbolera, póngase una camiseta de Nacional, América,
Millonarios, Santa Fe o cualquier otro y móntese en un bus de transporte masivo
de cualquier capital, advierto, bajo su cuenta y riesgo.
Es bonito el
fútbol, despierta pasión, nos lleva a los estados más fervorosos, nos muestra
la realidad de quienes somos cuando nos exaltamos por lo bueno y lo malo que
sucede en la cancha, pero la verdad, debemos cambiar el chip, mirarlo con más
humor, con sentimiento, pero no con rabia ni rencor, eso quería decir en estas
letras, “todos nos podemos reír de nuestras desgracias, eso nos da madurez”.
Afortunado el hombre que se ríe de sí mismo, ya que
nunca le faltará motivo de diversión.
Habib Bourguiba